Para participar del desarrollo de la sociedad de forma consciente y organizada es necesario que discutamos en grupo cómo entendemos la vida de nuestra comunidad, definiendo el porvenir que anhelamos. Desde el inicio del cooperativismo, el intercambio de ideas entre las personas, para que solucionen problemas comunes, se colocó como una práctica necesaria e insubstituible.

Al apropiarse del saber las personas se apropian del poder de modificar la realidad, probando ser posible conquistar con sus propias manos un mundo mejor y más digno.

Ese hábito democrático acompaña el crecimiento del movimiento cooperativista y permitió la permanente articulación de sus representantes, enfatizada en sucesivos congresos, desde el siglo pasado.

En 1995, se festejó un siglo de existencia de la Alianza Cooperativa Internacional - ACI. En el congreso conmemorativo de esa fecha histórica, una vez más, los asociados de todo el mundo debatieron sobre importante cuestiones para el fortalecimiento de la práctica cooperativista, reflexionando sobre los objetivos de sus organizaciones.

Durante el evento aprobaron conceptos y principios, no muy diferentes de aquéllos presentados por los pioneros de Rochdale, pero que deben estar siempre en pauta para que, actualizados y perfeccionados, sean la base de las estrategias de desarrollo del sistema de cooperativas existente en los diversos países.

Actuales principios del cooperativismo

Los principios son las líneas orientadoras de la práctica cooperativista:

  • Adhesión Voluntária y Libre

Las cooperativas son organizaciones abiertas a la participación de todos, independientemente de sexo, raza, clase social, opción política o religiosa. Para participar, la persona debe conocer y decidir si está en condiciones de cumplir los acuerdos establecidos por la mayoría.

  • Gestión Democrática

Los cooperantes, reunidos en asamblea, discuten y votan los objetivos y metas del trabajo conjunto, además de elegir a los representantes que van a administrar la sociedad. Cada asociado representa un voto, sin importar si algunos poseen más cotas que otros.

  • Participación Económica de los Miembros

Todos aportan igualmente para la formación del capital de la cooperativa, el cual se controla en forma democrática. Si la cooperativa es bien administrada y obtiene una renta mayor que los gastos, esos rendimientos se dividirán entre los socios hasta el límite del valor de la contribución de cada uno. El restante se podrá destinae a inversiones en la misma cooperativa o para otras aplicaciones, siempre de acuerdo con la decisión tomada en la asamblea.

  • Autonomia e Independencia 

El funcionamiento de la empresa es controlado por sus socios, que son los propietarios del negocio. Cualquier acuerdo firmado con otras organizaciones y empresas deberá garantizar y mantener esa condición.

  • Educación, Formación e Información

Es objeto permanente de la cooperativa destinar acciones y recursos para formar sus asociados, capacitándolos para la práctica cooperativista y para el uso de equipos y técnicas en el proceso productivo y comercial. Al mismo tiempo, buscan informar al público sobre las ventajas de la cooperación organizada, estimulando la enseñanza de cooperativismo en las escuelas de nivel primario y secundario.

  • Intercooperación

Para el fortalecimiento del cooperativismo es importante que haya un intercambio de informaciones, productos y servicios, tornando factible el sector como actividad socioeconómica. Por otro lado, organizadas en entidades representativas, formadas para contribuir para su desarrollo, determinan avances y conquistas para el movimiento cooperativista a nivel local e internacional.

  • Interés por la Comunidad

Las cooperativas trabajan para el bienestar de sus comunidades, a través de la ejecución de programas sociales y culturales, realizados en asociación con el gobierno y otras entidades civiles.

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